Historia
La producción de vino en la Península Ibérica tiene una larga tradición. A lo largo de los siglos, el vino ha sido un motor del desarrollo económico de los reinos, uniendo a personas y facilitando la conversación, el comercio, así como la innovación en la agricultura y la industria. El vino llegó al Nuevo Mundo de diversas maneras y, con el tiempo, ha creado su propio universo.
deClaramunt es la historia de dos familias, dos continentes y su convergencia a través de una pasión común y un legado compartido. Es un homenaje a nuestra herencia.
A principios del siglo XX, Victorino (bisabuelo de nuestro fundador Eric) lanzó su proyecto vinícola en Asturias, España, bajo el nombre de “La Borla”. Producía vinos en Asturias para vender en Cuba antes de la revolución. Aunque La Borla no sobrevivió al paso del tiempo, su espíritu perduró en la familia, transmitido de generación en generación. La Borla fue una de las inspiraciones para el nacimiento de deClaramunt.
Simultáneamente, la familia de Xavier y Eduard cultivaba viñedos en La Pobla de Claramunt. Durante siglos, cada familia de la región cuidaba su propia tierra, produciendo vino, aceite de oliva y otros productos. El vino ha estado profundamente arraigado en la cultura catalana, y tanto el vino como el aceite de oliva se cultivaban tradicionalmente para consumo personal, siendo pilares de la dieta mediterránea. La familia de Xavier y Eduard, como muchas otras, poseía un pequeño terreno con viñedos y olivos, además de una bodega en casa.
El vino nos conecta con las historias de nuestros ancestros, llenas de calidez, amor y recuerdos de tiempos más simples, de comidas compartidas y de un vínculo familiar que perdura.
En la década de 2010, Xavier y Eduard conocieron a Eric en Miami, Florida. Con el tiempo, se convirtieron en grandes amigos y compartieron el deseo de reconectar con sus raíces vinícolas. Decidieron crear algo más grande que ellos mismos, y así nació deClaramunt, como la culminación de su anhelo de explorar nuevos horizontes y dejar su huella en el mundo. Decidieron arriesgarse para hacerlo realidad.
Durante meses, buscamos a los socios ideales para nuestro proyecto. Enfrentamos constantes rechazos y fracasos, pero mantuvimos la paciencia y la perseverancia. Finalmente, en 2017, encontramos a los socios perfectos en Batea, Cataluña (D.O. Terra Alta), y fue allí donde comenzamos a producir nuestro primer lote de vinos para vender en la región. En 2018, lanzamos nuestra marca en los Estados Unidos y comenzamos a vender en el estado natal de Eric, Florida. Con el paso de los años, hemos tenido la suerte de compartir nuestros vinos y maravillosas experiencias con miles de personas.
Desde cero
Crear una marca desde cero es un desafío complicado y arriesgado. Muchas personas que lanzan su propia marca cuentan con miles de conexiones dentro de la industria y el respaldo de figuras reconocidas. Crear una marca de bebidas se percibe a menudo como un negocio glamuroso, en el que solo los ricos, famosos y ultraadinerados tienen éxito.
deClaramunt luchó desde el principio contra viento y marea. Comenzamos vendiendo nuestros vinos puerta a puerta por las calles de Miami. Recién graduados de la universidad, decidimos sumergirnos por completo en esta maravillosa industria del vino. Teníamos pocas conexiones y solo los conocimientos básicos, y probablemente hicimos el ridículo en varias ocasiones. Pero eso no nos detuvo.